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domik

Semíramis

Lugar humano, lugar de ensueño

La noción del jardín amurallado es, en la cultura árabe, un sinónimo del paraíso. Trasladado a nuestros días, vivir en un oasis urbano sigue siendo un ideal sumamente atractivo.

El encargo de crear un hábitat para padres e hijos de una misma familia en un único solar nos colocó ante un reto poco común. En seguida entendimos que el jardín sería un elemento clave del proyecto, al igual que el compromiso de tratar cada vivienda cumpliendo con las necesidades particulares de sus dueños, correspondiendo al carácter de cada individuo y su familia. Al mismo tiempo, el parentesco entre ellos debía expresarse en los rasgos parecidos, no idénticos, de las viviendas de cada uno.

Fue un trabajo de diseño intenso y fascinante, en el que nos acompañó desde los inicios el arquitecto de paisaje Manel Colominas. Su arte de crear jardines es conocedor por su dimensión temporal, por la metamorfosis constante a través del cambio de las estaciones que formula un contrapunto poderoso a la presencia estatuaria de lo construido.

El lenguaje racionalista de las viviendas es suavizado por las cubiertas abovedadas de cobre de pátina verde, revestimientos de madera de teca y un enlucido de estuco veneciano. Con el paso del tiempo, su diálogo con los árboles y el cielo mediterráneo es cada vez más natural y fructífero, de modo que al franquear la valla y adentrarse en el jardín se percibe un silencio sonoro y feliz.

 

  • Tipo : Arquitectura Residencial
  • Fecha : 1994
  • Localización : Barcelona
  • Promotor : Privado
  • Tamaño : No disponible
  • Presupuesto : No disponible
  • Fotografías : Stefan Müller
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